Homenaje en tono paródico de las películas de Elvis Presley, Cry Baby es un musical en el que John Waters retoma el tema rock and roll que había abordado en su anterior Hairspray.
En realidad, el modelo que toma Waters para parodiar es el de Grese, el compadrito (Randal Kleiser, 1978), film que a su vez emulaba los de Elvis. Por lo que se podría decir que provoca un distanciamiento en “segundo grado”, alejándose aún más del objeto original que busca parodiar.
El elenco es un verdadero seleccionado de estrellas freaks, comenzando por un melancólico Johnny Depp (poco antes de convertirse en el Joven Manos de Tijera burtoniano) como Wade Cry-Baby Walker, el chico que lleva tatuado una lágrima eterna en su mejilla. Y siguiendo con Iggy Pop, Willem Dafoe, Amy Locane, Susan Tyrrell, Ricki Lake, Traci Lords, Mink Stole y hasta Joe Dallesandro.
Cry Baby fue recibida con desconfianza por los fanáticos de Waters, sospechando una concesión comercial del rey del trash. Sin embargo, quienes observen el film en profundidad, llegarán a la conclusión de que con Cry Baby Waters ingresa al mainstream para burlarse nuevamente de él.