Un ama de llaves trastornada y su amante secuestran modelos y los obligan a posar hasta la muerte.
En este corto, filmado en 16 mm., Waters demuestra una mayor habilidad para construir la narración y el montaje es más prolijo y menos caótico.
Un punto alto del filme: la escena en la que Divine interpreta a Jackie Kennedy durante el asesinato de su esposo presidente. No hizo demasiada gracia al momento de su estreno, habida cuenta de que no había pasado mucho tiempo del atentado que conmovió a toda la nación.
Hoy en día Waters se niega a mostrar este film por considerarlo demasiado arty, o sea, muy ligado al siempre dudoso prestigio del experimentalismo y las vanguardias.