Homosexual
De la lista de cosas que soy, ser homosexual está en décimo lugar.
Financiación
En los viejos tiempos, para hacer mis películas tenía que pedir dinero prestado a algún mafioso y, si no lo devolvía, mi situación se volvía peligrosa. No creo que en Hollywood sea peor que en el cine independiente. Yo diría que es lo mismo, con la diferencia de que te pagan mejor.
Intereses
Puedes divertirte mucho criticando cosas que conoces bien, que te gustan. No me interesa perder ni un segundo hablando sobre algo que no me interesa. Hago películas sobre temas que me interesan de verdad.
Ironía
La falta de ironía es perjudicial para la salud.
Actitud
Nunca quise tomarme muy en serio. Y si no lo hice cuando era joven, tampoco pienso cambiar mi actitud ahora.
Hogar dulce hogar
En Baltimore encontré el espacio y las condiciones que necesitaba para producir mis películas. Estoy satisfecho con lo que hago y no tengo que rendirle cuentas a nadie.
Políticamente correcto
En secreto, pienso que mis películas son políticamente correctas, aunque no lo parezcan.
Industria
Lo mejor que tiene trabajar con un estudio es que te dan mucha comida gratis.
Aspiraciones
Me siento a gusto con las películas que escribo y dirijo, y no tengo intenciones de convertirme en un nuevo Steven Spielberg. Desde hace mucho tiempo dejé de tener tales aspiraciones. Lo único que me interesa es saber que podré tener financiamiento para mi próxima película.
William Castle
Cuando yo comencé, mi ídolo era William Castle. Yo quería ser él. Era el rey de los trucos. De niño, yo le rezaba a William Castle y, en las Navidades, quería sentarme en su regazo.
Sexo
El sexo continúa siendo una fuerza incontrolable entre los seres humanos, a la que no pueden oponerse las hipócritas reglas morales ni los convencionalismos políticos y sociales.
Ballet
El papá de Divine siempre me decía: “Vístanse de mujer todo lo que quieran pero, por favor, no vayan a convertirse en bailarines de ballet… porque eso sí me daría asco”.
Famosos
En Estados Unidos todo el mundo quiere ser famoso. Es una enfermedad típicamente estadounidense. Ya no se distingue la diferencia entre ser alguien destacado o simplemente famoso. Mi madre siempre decía que mi nombre nunca debía aparecer en un periódico, con tres excepciones: la noticia de tu nacimiento, la de tu boda y tu esquela funeraria.
Raros
Cuando David Lynch estrenó Twin Peaks y fue un éxito, los productores dijeron: “Traigan a los otros locos”: Recibí muchas llamadas preguntándome: “¿Quieres hacer algo para la televisión?”.
Sexo y violencia
La gente me pregunta: “¿qué deben incluir en sus películas los directores jóvenes?”. Yo les digo: sexo y violencia. Eso es lo que deben incluir en sus películas. Los jóvenes tienen que pensar en nuevas formas de incluir sexo y violencia para crisparle los nervios a mi generación.
Lesbianas
Desperate Living, mi melodrama sobre lesbianas, desató controversias. Al principio, las lesbianas no dejaron exhibir la película en muchos lugares. “¿Cómo puede un hombre hacer una comedia sobre lesbianas?”, decían. Hoy en día, las lesbianas son las primeras en mostrarla en las universidades. Hasta las minorías van cambiando lo que es políticamente correcto, si esperas el debido tiempo.
Admiración
Uno siempre necesita tener a un mal director a quien admirar. Gracias a Dios, yo he sido eso para toda una generación que respeta a los realizadores del pasado.
Estrellas quejosas
Detesto a las estrellas que se quejan como si tuvieran que bajar a una mina todos los días, como el que cada día se despierta y tiene que acudir a un trabajo que detesta. Tengo poca paciencia con las celebridades quejosas.
Almodóvar
Pedro me gusta porque sus películas tienen una aproximación sana y jocosa hacia el sexo, cosa tan poco habitual en Estados Unidos. Y sus películas forman una obra coherente, algo no demasiado fácil de encontrar. Por eso uno de los protagonistas de Cecil B. DeMente lleva tatuado en nombre de Almodóvar, a modo de tributo.
Papeles femeninos
Las películas que hice con Divine son como aquellas películas-vehículo que se hacían en los años cuarenta y cincuenta para estrellas como Susan Hayward. Divine siempre interpretó a una mujer, no como drag queen… eran papeles femeninos interpretados por un hombre. Hoy no hay muchos papeles para actrices en Hollywood, sobre todo si han pasado los cuarenta. Muchos me preguntan cómo conseguí que actrices como Kathleen Turner o Melanie Griffith aceptaran trabajar conmigo. Bueno, pensaron que el papel era divertido y que les ofrecía una gran oportunidad de lucimiento personal.
Malas críticas
Las malas críticas te pueden inspirar. Una vez leí una crítica que decía: “Si ves el nombre de John Waters en una marquesina, cruza a la acera de enfrente y tápate la nariz”. Por eso hice Polyester, una película que apestaba de verdad.
Evolución
Estoy orgulloso de mis primeras películas. Tienen una vida propia, más allá de su director. Pero me siento feliz y afortunado de no tener que hacer la misma película una y otra vez, como me podrían exigir los fans y la industria.
Mundo del cine
Cecil B. DeMente es una mirada ácida al mundo del cine, un mundo que adoro, y por eso puedo criticarlo.
Independiente
Es una palabra demasiada exquisita para describir lo que nosotros hacíamos.
Los Angeles
Me encanta ir a Los Angeles. Me divierte. Hay como una anarquía de la moda. Abusan mucho de los flecos. Me encantan las cirugías estéticas. Todos se ven tan sorprendidos. Las más exageradas se ven como litografías de Picasso, no hay necesidad de ir a las galerías de arte.
Honestidad
Siempre se ha dicho que soy un artista polémico y controversial, pero eso no es culpa mía. Quienes piensan que me gusta escandalizar con cada una de mis películas no entienden que se trata de una imagen promovida por los medios de comunicación. Pero no hay mucho de cierto en ello. Lo único diferente que hay entre mi trabajo y el que hacen los cineastas de Hollywood es el nivel de honestidad con el que trato de entender el mundo y las cosas de la vida.