Con tan sólo dieciocho años, John Waters ejecuta su primera fechoría fílmica, un corto surrealista rodado en 8 mm. y protagonizado por Mary Vivian Pearce.
Filmado en y alrededor de la casa familiar de los Waters, Hag in a Black Leather Jacket retrata a un grupo de freaks: una bailarina blanca que se mete en un auto con un hombre nergo, una drag queen y otra chica que se casan por un cura del KKK en el techo de la casa familiar de los Waters.
La experiencia costó u$s 30.- fueron solventados por Papá Waters y posee acompañamiento musical de piano en vivo provisto por Mamá Waters.
Se exhibió al publico en una única oportunidad en un coffee bar de Baltimore.